Furor, Maracaibo deliró con Backstreet Boys 

     Una noche mágica, de mucha energía y de gritos  
     delirantes vivió la legión de fans de Backstreet Boys  
     en el estadio Luis Aparicio de Maracaibo. Lo de  
     anoche será imborrable por muchos años en la  
     memoria de los adolescentes que aplaudieron y    

 
     bailaron las dos horas del concierto. Los 225 mil
     vatios de sonido y las pantallas gigantes  
     enriquecieron el debut de los chicos de Orlando 
     Todavía en la madrugada de hoy jueves decenas  
     de vehículos con jóvenes eufóricos circulaban por  
     las avenidas de Maracaibo, en el cierre del  
     espectáculo musical más importante de todos los  
     tiempos en la región zuliana. PANORAMA ofrece 
     más detalles y fotos sorprendentes del concierto  
     en su página digital. 

     Texto:Karelys Inciarte 

     Ocho horas tuvieron que esperar los fanáticos para  
     ingresar al estadio, luego que las carpas de personas  
     formaran la alineación a las 4:00 de la mañana, para 
     asistir al concierto de los Backstreet Boys. 

     Efectivos de seguridad estimaron que durante el  
     transcurso del día, un promedio de 30.000 almas  
     -entre fanáticos, revendedores, padres,  
     representantes y curiosos- transitaban por el estadio  
     Luis Aparicio El Grande de Maracaibo, escenario  
     que vio el acceso vehicular restringido desde las  
     9:00 de la mañana y que sólo abrió las puertas del  
     gramado a la 1:15 de la tarde. 

      A pesar de que el estadio tiene un número similar  
     de personas cada año -durante los juegos finales de  
     las Águilas del Zulia- el movimiento y la seguridad  
     del evento resultaron únicos, en vista de la  
     trascendencia internacional que tiene esta  
     presentación que contó con 900 efectivos de 
     seguridad entre los que se incluyó bomberos, policía 
     municipal, policía del estado, Defensa Civil y la  
     Fundación Servicio de Atención al Zulia Funsaz 171. 

     Sin horario escolar 

     Como era de esperarse, gran parte de la multitud  
     estuvo integrada por jóvenes y adolescentes, quienes  
     formaron una verdadera cadena humana que se  
     extendía -sólo en área VIP- desde la entrada 
     principal del estadio hasta cerca de los terrenos de 
     Grano de Oro. 

     Muchos de ellos abandonaron sus trabajos y deberes  
     escolares para pernoctar desde el domingo 6 de  
     mayo hasta el miércoles 9, durante cuatro días llenos 
     de sacrificios, insomnios y turnos, pero como  
     explicara Virginia Salvá, estudiante de odontología,  
     "fueron días de compañerismo, de trabajo en equipo  
     y de estar presentes en un show que vale la pena". 

     La odisea implicó dejar la comodidad del hogar para  
     internarse entre una muchedumbre llena de gritos y  
     sopores, como el caso de Jaimary Molina, una chica 
     de 14 años quien ha perdido varios exámenes.  
     "Mañana tengo cuatro exámenes, dos en la mañana 
     y dos en la tarde y aunque por primera vez hago este 
     sacrificio por un artista, pienso que mi promedio me 
     equilibra. De todas formas, cualquier cosa es poco 
     para tener la dicha de ver a tus ídolos". 

     Otra de las chicas que se sumó a esta empresa fue  
     Daniela Lozano, quien a sus 16 años comenta:  
     "Hemos perdido varios exámenes, como el de  
     francés, pero son cinco años de espera y una única  
     oportunidad, que lo más probable es que no se  
     vuelva a repetir". 

     Comportamiento ejemplar 

     Como en cada espectáculo, la viveza nunca se  
     pierde de vista. A mitad de mañana aparecieron 
     las entradas falsas (identificadas por la ausencia de 
     holograma) y denuncias serias de padres y  
     representantes quienes acusaban la venta de  
     "cupos" entre los grupos preestablecidos. 

     Sin embargo, la organización de cada uno de los  
     asistentes hizo posible detectar los casos fraudulentos  
     y sacarlos de la fila, gracias al apoyo de la seguridad, 
     cuya labor fue aplaudida por los asistentes. 

    Claro, que el orden estricto tuvo sus excepciones,  
    para los niños discapacitados y las mujeres  
    embarazadas quienes gozaron de preferencia. Uno de 
    estos casos fue el de Eduardo Ferrer, estudiante del 
    Colegio Bellas Artes, quien se lesionó la pierna  
    durante un partido de fútbol que jugó el lunes. 

    "Creo que a pesar de todo, este yeso me permitió 
    tener un acceso preferencial y aunque no tengo 
    ningún disco de los Backstreet boys, pienso que  
    ofrecen los mejores espectáculos. Su música es 
    realmente buena". 

    Sin embargo, otros como Élimy Duarte aseguraron  
    que el acceso VIP debió tener mayor control.  
    "Estamos pagando las entradas más costosas por lo 
    que las sillas debieron ser numeradas para  
    evitarnos tener que acampar desde el domingo, lo 
    que hace inapropiada esta cola".

     Información cortesía de Panodi.com.